Yo no puedo creer lo rápido que encuentran el amor los pendejos hoy en día. Se conocen y a los dos días ya se aman.
-Te amo
-Yo también te amo
-¿Sabés “bichi” que hoy se cumplen dos días desde que nos conocimos y nos pusimos de novios?
-¿Ya dos días? Ni cuenta me dí.
-¿De verdad me lo decís? ¿Te olvidaste de nuestro aniversario?
-¡Te odio, hijo de puta!
-¡Pero andá a cagar, cajetuda de mierda! ¡Forra! ¡¿Quién carajo te creés que sos?!
Es así. La relación termina y siempre terminan de “amarse” y fíjense bien que lo puse entre comillas, porque no es amor. No seamos ignorantes.
Como decía, terminan “esa relación de amor” para pasar a bardearse mal. Y se dicen todas esas cosas que les molestan uno del otro, como si todos fuéramos perfectos.
Yo me pregunto: ¿Qué sería de las relaciones si todos decimos lo que pensamos realmente? ¿Cuánto duraría una primera cita? Haber… Diría yo que unos cinco segundos aproximadamente.
Porque el hombre y la mujer se encuentran y dirían:
-Hola. Sos Horrible.
-Ok. Tu aliento huele a búfalo muerto.
-Bueno, chau.
-Chau.
Otra cosa que me sorprende es saber lo que tardan los hombres y las mujeres en vestirse para el otro cuando lo último que miran es la ropa. ¿O no? ¿O me van a decir que les importa ver qué es lo que lleva la persona que tenés en frente? Sé que te estás riendo porque sabés que no es así. Somos muy de mirar lo físico. O me van a decir las chicas que si viene Rodrigo Guirao Díaz con una remera toda agujerada no le darían igual?
Volviendo al tema de los adolescentes. La mayoría de ellos hoy en día se conocen en boliches y se inventan nombres y laburos para sorprender al otro para engañarlos y que no sepa la víctima que es encarada que aquél vago no hace nada.
Te pueden salir con que es gerente supervisor general de la empresa más importante. ¿Y por qué? Porque a las mujeres les interesa de qué trabaja el hombre. Qué marca de ropa usa. A dónde suele ir. Qué amigos tiene. Cuántos de ellos están buenos. Cuántas amigas tiene. Cuántas de ellas están buenas, etc.
¿Y al hombre? Al hombre no. Al hombre le interesa la mujer. Ellas pueden decir:
-Sí, trabajo en un gallinero. Soy la que le rompe el cuello a las gallinas y les arranca las plumas con agua caliente.
-¿Ah sí? ¡Qué bueno! Eso me excita.
¡¿Cómo te puede excitar que una mujer mate ahorcando a una gallina y la desplume con agua hirviendo?!
Además no se puede empezar mintiendo. Las relaciones no se empiezan con mentiras. Se terminan con mentiras, pero no se empiezan con mentiras. ¿Les quedó?
En el noviazgo adolescente, siempre uno está sospechando del otro. Siempre sospechan de la infidelidad del otro. Si vos te enterás que él te mete los cuernos, vos le metés los cuernos con todos los pibes que te dan vuelta el “marote”.
-No sabés. ¡Me mete los cuernos el muy hijo de puta!
-Pero boluda, vos le metés los cuernos conmigo!
-No. Bueno sí, pero es muy diferente.
-¿Diferente?
-Si.
Además están tan mal informados sobre el tema del sexo. Que piensan que educación sexual es decir “Gracias” después de garchar.
Yo no quiero quedar mal con las chicas. Pero las chicas están cada día más locas. Cada vez más provocativas. Fíjense que contradicción hay entre chicas y los chicos. Que los muchachos si pasa una mina linda, les gritan:
-BOMBÓN, TE PARTO AL MEDIO!
Y las chicas, si pasa un pibe feo, les gritan lo mismo pero 100% sarcásticamente.
Igual las mujeres se viven quejando cuando los hombres les gritan cosas en la calle. Pero no se hacen cargo de lo que ellas mismas provocan. O sea, salen con un tremendo escote mostrando casi las tetas, que hasta las nenes chiquitos les llaman la atención.
-Papá, quiero esos dos globos.
-Yo también hijo, yo también.
Ojalá les haya gustado. Espero sus comentarios!